Para poder enfrentar el micrófono con la suficiente seguridad de un buen orador o locutor ameno es necesario estar bien preparado, y eso se logra con la práctica de los ejercicios correctos para mejorar la voz y la dicción.
No se trata de impostar la voz para que parezca “profesional” sino solamente se trata de no cansar a la audiencia. Una buena voz de locutor anima, motiva, capta y mantiene la atención de la audiencia mientras lo escuchan y una voz no cuidada puede gastarse a los pocos minutos y resultar hasta incomodo escuchar. Por eso un buen locutor se prepara y ofrece lo mejor que tiene.
¿No te ha pasado que a los pocos minutos de leer en voz alta te cansas o se te distorsiona un poco la voz o de repente se te seca la garganta?
Bueno, eso es por falta de práctica que Lo primero que tienes que hacer es leer un texto a primera vista durante dos minutos y grabarlo. Al escucharte en la grabación podrás notar tus errores comunes, que tal esta tu dicción, y te acostumbrarás a escuchar tu propia voz.
Luego, puedes hacer la misma lectura de los dos minutos pero con un lápiz cruzado en la boca para que te dificulte un poco la lectura. Puedes practicar esto por unos cinco minutos incluso poniendo mucho énfasis a los diferentes tonos de la voz de acuerdo a las expresiones y sentimientos que quieras transmitir (la lectura de poesías es muy recomendable para esto) también se pueden variar los tipos de textos de un cuento a una noticia, y luego un libro que mas te guste, luego una columna de opinión de un diario con una buena respiración se puede mejorar. Veamos algunos ejercicios..
No se trata de impostar la voz para que parezca “profesional” sino solamente se trata de no cansar a la audiencia. Una buena voz de locutor anima, motiva, capta y mantiene la atención de la audiencia mientras lo escuchan y una voz no cuidada puede gastarse a los pocos minutos y resultar hasta incomodo escuchar. Por eso un buen locutor se prepara y ofrece lo mejor que tiene.
¿No te ha pasado que a los pocos minutos de leer en voz alta te cansas o se te distorsiona un poco la voz o de repente se te seca la garganta?
Bueno, eso es por falta de práctica que Lo primero que tienes que hacer es leer un texto a primera vista durante dos minutos y grabarlo. Al escucharte en la grabación podrás notar tus errores comunes, que tal esta tu dicción, y te acostumbrarás a escuchar tu propia voz.
Luego, puedes hacer la misma lectura de los dos minutos pero con un lápiz cruzado en la boca para que te dificulte un poco la lectura. Puedes practicar esto por unos cinco minutos incluso poniendo mucho énfasis a los diferentes tonos de la voz de acuerdo a las expresiones y sentimientos que quieras transmitir (la lectura de poesías es muy recomendable para esto) también se pueden variar los tipos de textos de un cuento a una noticia, y luego un libro que mas te guste, luego una columna de opinión de un diario con una buena respiración se puede mejorar. Veamos algunos ejercicios..
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